En Washington, las computadoras y los bancos de datos trabajaron, día y noche, hasta el límite de su capacidad. Por último dieron su resultado y de ahí surgió el nombre del elegido: James Matlock. Se trataba del hombre idóneo para aquella misión, una misión que casi, con seguridad, le causaría la muerte y pondría en peligro a la mujer que él amaba. Pero lo único que importaba era destruir la conspiración.
Como simpre tenemos el ebook y una versión en audio a cargo de Jorge de Loquendo v7. El trabajo de digitalización del texto hay que agradecéselo a Apalmer,
Consigue aquí el Ebook Y en este otro lado el Audiolibro.
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