11 de agosto de 2011

La saga de los Osorio, Cristina Bajo

NUEVA RECOMENDACION DE MAIA



01 Como vivido cien veces

Ésta es una historia de pasiones salvajes, amores predestinados y prohibiciones que impregnan de un halo de tragedia a sus protagonistas. El escenario es la provincia argentina de Córdoba de fines de la década de 1820. Luz María Osorio, hija de una familia tradicional cordobesa, es el "ángel oscuro" bajo cuyo hechizo caen los hombres. Su nodriza negra, Severa, será la encargada de acercar a la joven, a través de leyendas recreadas junto al fuego, a un mundo de indios y soldados convertidos en tigres, ánimas protectoras de los vivos, sueños premonitorios e hidalgos muertos a manos de los ranqueles.
La historia familiar de los Osorio es, a la vez, reflejo de un país recién nacido que se debate entre guerras civiles.
Los hermanos de Luz encarnan a las facciones enfrentadas de unitarios y federales: el mayor, Sebastián, educado en Francia, culto y distinguido, es agente del general Paz, y Fernando, el menor, se siente hijo de la tierra y es oficial del general Quiroga.
"¿Unitarios, federales? Montoneros, regulares, insurgentes... patriotas, bárbaros o mercenarios, habían irrumpido en sus vidas echando abajo el trabajo de siglos o el de un día. Todo lo que era amado, rancho o estancia, había sido arrasado. Eliminaban lo mismo al pobre que al adinerado: eran un inmenso ejército sanguinario y abusivo extendiéndose por el suelo de la patria."





02En tiempos de Laura Osorio


La protagonista, Laura, y su historia transcurre entre 1835 y 1838 bajo la sombra del asesinato de Quiroga en Barranca Yaco, un hecho que catapulta el poder de Rosas desde Buenos Aires al resto de las provincias.
Laura, muy joven y a cargo de sus hermanos se verá envuelta en situaciones difíciles. Convertida en un “buen partido” por su belleza, su antiguo apellido y su prestigio, deberá enfrentar a un francés advenedizo, Hubert De Bracy, que se ha propuesto conquistarla, y a un aventurero escocés, espía de la Corona Británica, que se enamora de ella aunque teme llegar al compromiso. Si bien Laura se siente atraída por él, desde niña y calladamente ama a su tío, el comandante Farrell. Por entonces, secretos familiares, ocultos durante años, comienzan a aflorar: “¿Cuantos secretos existirían en la familia, tan guardados que ni sospechaba su existencia? Tía Francisca debía de conocerlos a todos, pero, ¿quién se atrevía a preguntarle?” Obsesionada con aquellas revelaciones, comienza a pensar que la historia de los Osorio se parece al encaje que teje su tía todos los días, ritualmente, antes del rosario: “Los caprichosos calados le daban significado y el diseño más complejo se formaba con los hilos eliminados de la trama; cada tanto, el nudo con que se sostenía un punto suelto dejaba una cicatriz en el diseño...”. La trama, que bordea la tragedia, se hunde a veces también en lo mágico y lo sobrenatural.
El amor inconveniente de Laura —“un gesto fugaz, una breve sonrisa”— crece en un contexto de impecable recreación histórica en el que se descubren rasgos nítidos de idiosincrasia de un pueblo, el nuestro, que aún mantienen su vigencia. Pero el margen del valor documental de la novela, son la incomparable prosa de Cristina Bajo y los giros inesperados de su relato los que sostienen el interés del lector hasta la última página, y lo perpetúan más allá permitiéndose aventurarse en nuevas intrigas y secretos de la saga de los Osorio.





03 La trama del pasado


1840, Vigo, Galicia. Una joven aristócrata, Ignacia Arias de Ulloa, abandona a su marido y huye con una criada llevándose muy poco: su estuche de esgrima, y el halcón preferido de él. Al llegar a la casa solariega de su madre se encuentra con que ésta, viuda y nacida en las provincias del Río de la Plata, ha decidido regresar a su tierra para ajustar viejas cuentas. Sin pensarlo, Ignacia se embarca con ella. Mientras el país se desangra en la guerra civil que en la primera mitad del siglo XIX asoló a la Argentina, desde la Córdoba americana don Fernando Osorio y Luna, descendiente de un antiguo linaje, emprende con sus hombres un viaje a caballo hacia Buenos Aires, con un mensaje secreto para don Juan Manuel de Rosas, jefe del partido federal. A mitad de camino, y en una de las batallas más cruentas de la historia argentina, Ignacia y Fernando se encontrarán, sin saber que sus lazos provienen del pasado, de trágicos misterios familiares que, desde los orígenes de su estirpe, parecen alcanzarlos como una maldición.
Asechado por enemigos desconocidos que atacan salvajemente a su mujer y a su hijo, involucrado en venganzas y reencuentros, amenazado con la expropiación de sus tierras, Fernando encontrará que la mayoría de los privilegios que los suyos mantuvieron por siglos han desaparecido; que los Osorio han caído en desgracia, y que aquella joven del halcón, Ignacia, pertenece al círculo de los enemigos de su familia.

¿Puede un hombre de acción como él, valiente, fiel a sus ideas y a su gente, permanecer indiferente ante la matanza y las injusticias a que todos los días se ve sometida su ciudad, por aquellos que se decían sus aliados?

En esta nueva entrega de la saga de los Osorio, no será una mujer de la familia la protagonista, sino un hombre: Fernando, el Payo, hermano de Luz y primo de Laura. Junto a él, personajes históricos y ficcionales desentrañarán una trama tejida con sangre, secretos y ausencias:




04Territorio de Penumbras


París, 1841. Sebastián Osorio y el doctor Saint-Jacques, quienes combatieran bajo las órdenes del general José María Paz en La Tablada, se reúnen y deciden volver a la Argentina para luchar por la Constitución. Mientras tanto en Córdoba, Fernando Osorio entierra al perro de su mujer —asesinada dos años atrás—, que ha muerto defendiéndolo. El corazón del Payo está dividido entre el recuerdo de la amada y la pasión que siente por su prima Ignacia, la dama del halcón, a quien no puede desposar.

Desde Galicia, un misterioso hidalgo y su acólito sarraceno llegan a la ciudad trayendo noticias del marido de Ignacia. Y el legendario gobernador de Córdoba, López Quebracho, regresa del sur para sofocar intrigas y reclamar la lealtad de Fernando.

La Guerra Civil arrasa en las provincias, pero las mujeres resisten como faros en la tormenta: las Osorio, “imbatibles en asuntos de conciencia, lealtades o venganzas”, y las de los vencidos, que en medio del dolor se empeñan en reparar el tejido de la vida. Así, mientras se sepulta a los muertos y se llora a los ausentes, el amor, el desolado amor, renace entre las ruinas.

Territorio de penumbras marca un crescendo fascinante en la saga de los Osorio. Una vez más, con la fuerza del relato y el encanto de su magia, Cristina Bajo nos deja fatalmente atrapados en esa “trama que los dioses tejen para que el destino sea, a veces, favorable a los hombres”.

Podéis obtener más info sobre el libro y comentar sobre el mismo AQUI.

No hay comentarios:

Seguidores

Visitas