25 de septiembre de 2011

Y Digo Yo..., Fernando Jiménez del Oso



NUEVA RECOMENDACIÓN DE LIBERYD Y MAESE

A modo de…
…introducción? No. En este caso se trata más bien de un epílogo, de las letras de una persona que tuvo el don de saber cómo juntarlas, y a través de ellas transmitir emociones; ilusión, responsabilidad, alegría, humor, cariño… Fernando Jiménez del Oso supo llegar como nadie a través de la pequeña pantalla, pero sus escritos, esa parte íntima de reflexiones en silencio, en soledad y al socaire de un Cardhu bien cargado de hielo, son el reflejo del Fernando que en ocasiones miraba a su interior, y dejaba que los pensamientos fluyesen.

Y digo yo… es parte de la historia de ENIGMAS. Nació hace ya años, cuando unos cuantos “jovenzuelos” intentamos convencer a ese hombre introvertido y poco dado a grandes alharacas, que plasmase en la primera página, su página, el resultado de pensamientos y reflexiones. El editorial no dejaba de ser una mera presentación de los contenidos de la revista, y los que conocíamos el buen hacer literario de Fernando, sabíamos que ustedes, queridos lectores, se estaban perdiendo otra de sus facetas más interesantes. Así pues, en el número 32 apareció el primero… “El editorial ya no es editorial; además de ganar unos cuantos centímetros cuadrados, ahora se llama 'Y digo yo…', que es una forma de personalizar descaradamente esta página y ser coherente con lo que ya venía haciendo desde tiempo atrás. Al parecer, y aunque ello no hable muy a favor de su sentido común, a muchos lectores les apetece leer mis reflexiones, mis quejas y, sobre todo, mis enfados, que es lo que más les divierte”. Cuánta razón tenía. Estos últimos meses nos hemos visto desbordados por miles de mensajes y cartas, llenos de cariño todos ellos, en los que se solicitaba reunir parte de esos textos, y juntarlos en una misma obra. Dicho y hecho.

Lo que ahora tienen entre sus manos es el resultado de años de trabajo, de momentos de profunda introspección, de miradas al pasado, de encuentros con el presente y de sueños para el futuro. Es el corazón de nuestro querido Fernando el que habla, como decía al principio, mientras paladea un buen whisky —o una de esas cervezas que se traía de Praga—, con la habitación en penumbra y cubierta de humo; de mucho humo. Este libro es único e irrepetible. No es necesario que les diga que su autor, Fernando Jiménez del Oso, también es único e irrepetible…

Podéis obtener más info sobre el libro y comentar sobre el mismo AQUI.

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