NUEVA RECOMENDACIÓN DE BECARIA
......
Después de más de veinte años en China Arthur Clennam vuelve a Londres convencido de haber desperdiciado su juventud y de que ya ha pasado para él el momento del amor. Su madre, una anciana inválida y siniestra, le recibe gélidamente en la habitación de la que lleva doce años sin salir, y en la que, al fondo, en la penumbra, cose una desventurada muchacha. Arthur se interesa en seguida por ella, sospechando que puede guardar la clave de un vergonzoso secreto familiar que su madre le oculta, y descubre que se trata de Amy Dorrit, nacida en la cárcel de deudores de Marshalsea, donde su padre, uno de los más antiguos presos, es toda una institución...
Hay grandes mudanzas en esta novela -de la decepción a la esperanza, de la pobreza a la riqueza- pero un clima de restricción y falta de libertad se extiende por toda ella y unifica sus múltiples. Dickens se emplea a fondo para crear una lectura fresca y al mismo tiempo de gran profundidad humana. Con pocos trazos, Dickens pinta un amplio fresco de personajes, tragicómicos como la vida misma pero que no pasan inadvertidos, y saca a la palestra el espíritu de una sociedad en un momento dado, criticando el desprecio de las clases altas hacia los desfavorecidos, la incapacidad de la sociedad británica para reconocer el talento individual, la seguridad de los trabajadores o la incompetente e innecesaria burocracia de la Hacienda británica. Del mismo modo, se ofrece una visión esperpéntica del sistema judicial, particularmente del penal, ya que buena parte de la historia transcurre en la Marshalsea, una prisión inglesa para penados por deudas que existió realmente y que Dickens conocía muy bien, ya que allí tuvo que ir a visitar a su padre John en 1824.
Podéis obtener más info sobre el libro y comentar sobre el mismo AQUI.
14 de julio de 2012
La pequeña Dorrit - Charles Dickens (1855)
NUEVA RECOMENDACIÓN DE BECARIA
......
Después de más de veinte años en China Arthur Clennam vuelve a Londres convencido de haber desperdiciado su juventud y de que ya ha pasado para él el momento del amor. Su madre, una anciana inválida y siniestra, le recibe gélidamente en la habitación de la que lleva doce años sin salir, y en la que, al fondo, en la penumbra, cose una desventurada muchacha. Arthur se interesa en seguida por ella, sospechando que puede guardar la clave de un vergonzoso secreto familiar que su madre le oculta, y descubre que se trata de Amy Dorrit, nacida en la cárcel de deudores de Marshalsea, donde su padre, uno de los más antiguos presos, es toda una institución...
Hay grandes mudanzas en esta novela -de la decepción a la esperanza, de la pobreza a la riqueza- pero un clima de restricción y falta de libertad se extiende por toda ella y unifica sus múltiples. Dickens se emplea a fondo para crear una lectura fresca y al mismo tiempo de gran profundidad humana. Con pocos trazos, Dickens pinta un amplio fresco de personajes, tragicómicos como la vida misma pero que no pasan inadvertidos, y saca a la palestra el espíritu de una sociedad en un momento dado, criticando el desprecio de las clases altas hacia los desfavorecidos, la incapacidad de la sociedad británica para reconocer el talento individual, la seguridad de los trabajadores o la incompetente e innecesaria burocracia de la Hacienda británica. Del mismo modo, se ofrece una visión esperpéntica del sistema judicial, particularmente del penal, ya que buena parte de la historia transcurre en la Marshalsea, una prisión inglesa para penados por deudas que existió realmente y que Dickens conocía muy bien, ya que allí tuvo que ir a visitar a su padre John en 1824.
Podéis obtener más info sobre el libro y comentar sobre el mismo AQUI.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario