9 de noviembre de 2014
Pero... ¿hubo alguna vez ochocientos mil puestos de trabajo? - P. García
NUEVA RECOMENDACION DE CUIDIAN Y SAGITARIO...
Beat Strong es una especie de James Bond, Harry Palmer o Jonathan Hemlock elevado a la enésima potencia. Va por libre. Pone sus servicios a las órdenes del mejor postor.
Un distinguido cliente le hace acudir a Madrid, encargándole una singular misión: dar con ochocientos mil empleos. Pero... ¿hubo alguna vez ochocientos mil puestos de trabajo?
Si en sus anteriores libros de la serie Flower el autor ironizaba sobre el espíritu y la técnica narrativa de Raymond Chandler, aquí es la ferocidad de un Mickey Spillane o la violencia de un J. P. Manchette las que utiliza con magistral desenfado. El protagonista es como el moderno heredero del detective privado más guapo de Los Ángeles (ya verá el lector que lo es en el más estricto de los sentidos), aunque resulte el reverso de la medalla: superduro, superdesalmado, superegoísta; un superagente todo terreno que aporrea a los hombres y violenta sin inmutarse a cuantas mujeres se cruzan en su camino.
Con inigualable sarcasmo desfilan por las páginas de la novela intrigas políticas, el esperpento del paro, la inseguridad ciudadana, la mendicidad moderna, las asechanzas terroristas y hasta un surrealista guirigay autonómico. Y, de telón de fondo, la violencia y el sexo, que son hoy ingredientes de cierta cinematografía y cierta narrativa, en una acción trepidante de alto voltaje humorístico.
Rudo, descarnado, con una insensatez egoísta más allá de cualquier límite, Beat Strong se convierte en un antihéroe inolvidable.
Podéis obtener más info sobre el libro y comentar sobre el mismo AQUI.
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