Groucho y su yo, fundidos aquí en uno solo, escribieron, como era inevitable suponer, un libro que sólo puede escribirse como., bueno, indescriptible. También será inevitable, si el lector siente la curiosidad por saber a ciencia cierta quiénes y cómo son Groucho y el yo-de-Groucho, que compre y lea estas memorias muy particulares, porque nosotros tan sólo podremos adelantarle aquí que, aunque uno y otro sean de naturaleza profundamente similar, también son, paradójicamente, muy distintos. En tanto que Groucho, ese incómodo insumiso, entrometido, criticón e insolente mujeriego, dinamita la sociedad, siembra el absurdo y el desconcierto por doquier y no comprende cómo alguien puede pertenecer a un club del que él sea socio, el yo-de-Groucho no piensa sino en medrar y enriquecerse en esa misma sociedad que dice despreciar y se arrima a cualquiera con tal de que le introduzca en el club más selecto. Pero lo cierto es que los dos gozan por igual del don privilegiado de hacernos morir de risa..
"He disfrutado mucho con esta obra de teatro, especialmente en el descanso."
Nunca olvido una cara, pero en su caso haré una excepción.
Partiendo de la nada alcance las más altas cimas de la miseria.
Nunca entraría en un club que admitiera como socio a un tipo como yo.
Él puede parecer un idiota y actuar como un idiota. Pero no se deje engañar. Es realmente un idiota.
La televisión ha hecho maravillas por mi cultura. En cuanto alguien enciende la televisión, voy a la biblioteca y me leo un buen libro.
Es mejor estar callado y parecer tonto que hablar y despejar las dudas definitivamente.
Nunca voy a ver películas donde el pecho del héroe es mayor que el de la heroína.
No piense mal de mí, señorita. Mi interés por usted es puramente sexual.
Cásate conmigo y nunca más miraré a otro caballo.
Hace tiempo conviví casi dos años con una mujer hasta descubrir que sus gustos eran exactamente como los míos: los dos estábamos locos por las chicas.
Hijo mío, la felicidad está hecha de pequeñas cosas: Un pequeño yate, una pequeña mansión, una pequeña fortuna…
Consigue aquí el Ebook y aquí el Fb2. El genial Groucho no tenía desperdicio.
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